El chocolate del loro


En mis ya lejanos tiempos de escolar padecí una asignatura impuesta. Formación del Espíritu Nacional se llamaba el engendro.  Aparte de a un grosero y primitivo fascismo, aquellos adoctrinadores con camisa parda querían convencernos de las grandezas de nuestra estirpe e historia.

La lectura y el intelecto me han llevado a valoraciones bien distintas a las pretendidas por aquellos manipuladores de vidas, haciendas y mentes infantiles.

Sin ir más lejos, los acontecimientos de los últimos días en nuestro país nos llevan más a la rebeldía que a la generosidad con nuestro entorno.

Creo que Adolfo Suárez –con el que mantenía y mantengo una gran diferencia ideológica- fue un buen estadista, gobernante y político. Felipe González fue un buen estadista, un mediano político y un mal gobernante y Aznar fue un mal estadista, un mal político y un peor gobernante.

¿Y que decir de José Luis Rodríguez Zapatero?  Pues sus hechos de gobierno hablan por él.  Cuando se leen con atención las revelaciones de Wikileaks referidas a España una sensación de bochorno se nos apodera. ¿Cómo un país que presume de 33 años de democracia puede tener unos jueces, unos fiscales y unos ministros tan indignos?  En un país con una democracia formal y con un cierto nivel de salud moral ni Conde Pumpido, ni Javier Zaragoza ni Miguel Ángel Moratinos ocuparían en estos momentos ningún cargo público o aledaño del poder. Y un juez, nada menos que de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, como Javier Gómez Bermúdez, podría ya estar en otro sitio ¿La cárcel?

Conspirar, manipular y medrar en favor de una potencia extranjera cuando de por medio hay asesinatos y torturas contra ciudadanos del propio país es algo que pone a toda la fiscalía, judicatura y clase política bajo sospecha. Decir que se ha encontrado la “forma de torcer el brazo” a un juez que quiere investigar estos hechos y al que se denigra, vitupera, procesa y obliga al exilio temporal, es algo que sobrepasa cualquier dimensión. Habría que remontarse a Fernando VII para encontrar tan altos niveles de indignidad.

Y el Gobierno que ha presidido y amparado estos hechos, que ha consumido miles de horas de verborreas y demagogias de alta teatralidad, va, y el mismo día, suprime la prestación de 426 € mensuales a los parados de larga duración –que ha producido su manifiesta incapacidad- y que suponen 840 millones anuales para un déficit total de… ¡¡¡60.000 millones!!!

Y hacen un atentado no solo a nuestra soberanía sino a nuestra inteligencia cuando argumentan que la medida es para: animar a los mercados.

Es decir que el dios Mercado, que es quien en realidad gobierna Europa y el Mundo, como una reencarnación del Moloch fenicio,  satisface su permanente sed de sangre dejando a los parados en la absoluta inanición.

Dice la mitología que Moloch o Baal se transformó a si mismo en oscuridad al convertirse en materia. Pues eso, a este gobierno de indignos se le han apagado todas las luces.  Y vivimos en la más absoluta oscuridad moral.

Y no se me había olvidado, Zapatero me parece un pésimo estadista, un malísimo político y un desastroso gobernante.

Acerca de lucasleonsimon

Nací en Córdoba en agosto de 1947 en el seno de una familia republicana, represaliada por el franquismo. A los catorce años comencé a trabajar en la empresa Cenemesa, más tarde Westinghouse y más tarde ABB. Me inicié en el sindicalismo y la política clandestina, al mismo tiempo. Fui concejal del Ayuntamiento de Córdoba entre 1983 y 1987, en el gobierno de Julio Anguita. Desde 1985 he ejercido el periodismo de opinión en medios como Diario 16, Nuevo Diario de Córdoba, La Tribuna, La Información, Diario de Andalucia y Agencia Efe.
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9 respuestas a El chocolate del loro

  1. El inicio me ha recordado mi infancia.
    El autor del texto de Formación del Espíritu Nacional, se preguntaba como era posible que dos estados totalitarios , Rusia y Alemania, se hubieran enfrentado en una guerra. Aquello me llamó la atención y es lo único que recuerdo. Todos los años me suspendían esa asignatura, pero en mi casa no me reñían por eso, el resto de las asignaturas si las aprobaba, tal vez por eso sería por lo que me escapaba de la riña.
    En función de quien gobierna se nubla mas o menos el estado de derecho, proclamado en la Constitución. El PSOE tiene una larga experiencia en eso.

    • El texto de FEN que tu debistes usar estaría ya muy evolucionado. A ninguno de los «instructores» que yo conocí se le hubiera ocurrido emplear la palabra «totalitario» en sentido despectivo. Era como lo de Becquer y la poesía. – «¿Y tu me lo preguntas? El totalitarismo soy yo», hubiera dicho don Antonio Bujalance, for example. Yo creo, que a estas alturas, «el estado de Derecho», en cualquier país del mundo, es una pura entelequia.

  2. A. RIVERA dijo:

    Todos los coetáneos conocemos esta historia. Muchos compartimos tus ideas, pero muy pocos, al menos eso creo, seríamos capaces de transmitirlas de forma tan clara, concisa y amena.
    Que sepas que leo gustoso tus blog.

  3. Juan J. Giner dijo:

    Lucas, te voy a dar un dato que quizá te evite tener que hacer las cuentas de qué parte del déficit, de la deuda o del paro se resuelve con tal o cual medida.
    Los mercados son los que nos dirigen porque nosotros, todos, nos dirigimos a los mercados, para cubrir las deudas que como país hemos generado y seguimos generando. Otro debate es porqué o para quién.
    La cuestión es que a los mercados ha habido que demostrarles que tenemos capacidad de pago futura de lo que nos presten, y se ha demostrado. Después ha habido que demostrar que llegado el caso se estaba dispuesto a hacer sacrificios incluso en propia carne (funcionarios, pensionistas, sindicatos,..). Después, que estaríamos atentos a las nuevas instrucciones, que en este caso ya no habría que ir a recoger a Wall Street sino que nos las darían las multinacionales españolas (las 37 grandes), en casa. Ahora en lo que estamos es en demostrar que se estaría dispuesto a vender a la madre si hiciera falta. Esa es la explicación de la supresión de los 426 €, el Game Over para el 28 de enero para imponer los 67 años para la jubilación, y las privatizaciones, que no son las de AENA o los Paradores, sino el premio gordo: las Cajas de Ahorro.

    • Muchas gracias Juanjo por tu respuesta y datos. La verdad es que a mi el único «mercado» que me gustaba era el de La Corredera, donde iba los sábados a comprar alhucema o almoraduj y a tomarme un «medio» en el Arco Bajo.

  4. Tenti dijo:

    Carta de Antonio Machado al escritor ruso David Vigodsky (publicada en Hora de España, n.º IV, abril 1937):

    En efecto, soy viejo y enfermo, aunque usted por su mucha bondad no quiera creerlo: viejo, porque paso de los sesenta, que son muchos años para un español; enfermo, porque las vísceras más importantes de mi organismo se han puesto de acuerdo para no cumplir exactamente su función. Pienso, sin embargo, que hay algo en mí todavía poco solidario de mi ruina fisiológica, y que parece implicar salud y juventud de espíritu, si no es ello también otro signo de senilidad, de regreso a la feliz creencia en la dualidad de sustancias.

    De todos modos, mi querido Vigodsky, me tiene usted del lado de la España joven y sana, de todo corazón al lado del pueblo, de todo corazón también enfrente de esas fuerzas negras –¡y tan negras!– a que usted alude en su carta.

    En España lo mejor es el pueblo. Por eso la heroica y abnegada defensa de Madrid, que ha asombrado al mundo, a mí me conmueve, pero no me sorprende. Siempre ha sido lo mismo. En los trances duros, los señoritos –nuestros barinas– invocan la patria y la venden; el pueblo no la nombra siquiera, pero la compra con su sangre y la salva. En España, no hay modo de ser persona bien nacida sin amar al pueblo. La demofilia es entre nosotros un deber elementalísimo de gratitud.
    Antonio Machado

    ¿Quien es hoy el pueblo de España?

    • Me emociona el texto de Machado. Siguen vigentes las fuerzas negras, los barinas y de plena actualidad los «vendepatrias». Ministros, fiscales, jueces… venden desde la patria hasta sus indignas magistraturas por el primer plato de lentejas que le pueda pagar una potencia imperial. Machado, envuelto en pura dignidad, veia dignas muchas. Hoy hay menos.

      Un saludo.

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