A José Antonio Martínez Camino le gustan las parábolas. El secretario general de la Conferencia Episcopal Española anda en permanente conflicto con la legislación civil de nuestro y su país, y no para de hacer “gracias” sobre la misma.
Ahora, en pleno ejercicio de acopio íntimo, ha dicho que “descasarse es más fácil que cambiar de móvil”. Obvio es decir que a monseñor tampoco le gusta el aborto, ni los anticonceptivos, ni los matrimonios gays, ni toda esa retahíla a los que nos tiene acostumbrados la cúspide eclesial hispana.
Camino, de idem al complicado proceso regresivo al que se dirige su institución, paso de largo por el dato de que los matrimonios civiles son ahora en España un 58 por ciento más que los que se hacen ante un cura en un altar y señaló, ecléctico, que “son magnitudes no comparables” y aludió, sin sopor, a que son “como peras y manzanas”. Sin precisar los casos.
En pleno ejercicio de coña dijo que “Los matrimonios civiles se pueden repetir cada tres meses, es decir, cuatro veces al año y entre cualesquiera ciudadanos”. Resulta muy evidente que a Camino no le gusta la legislación civil y el mundo en que vive, y que por su gusto los miles de ciudadanos que tienen que tomar la difícil decisión de separarse tendrían que vivir todas sus vidas bajo el indisoluble yugo que en un momento de su vida contrajeron.
Es decir, que en los términos “telefónicos” que empleó habría que estar toda la vida con el mismo teléfono y la misma operadora, que tal y como se las gastan (las operadoras) sería una cosa realmente terrible. (terreivol en inglés).
El tipo de argumentos con que a menudos nos obsequian los representantes de la Iglesia Católica son de naturaleza inmarcesible. Casi no admiten réplica y duplican su propia realidad. Transitando por su sendero llegaríamos a Trento y aún allí, nos esperaría el infierno por no usar el cilicio. Porque desde las intrigas homosexualistas de la UNESCO, la catedralizacíón de mezquitas y las manzanas y las peras de Camino cada
día tiene su sermón.
La Iglesia Católica Española, Ultramontana y tal, vendría a ser como esas operadoras que te cortan el servicio sin previo aviso y encima te embargan tu cuenta.
Y no es que los creyentes tengan que apartarse de ella pero corren el riesgo de quedarse aislados. Y sin teléfono móvil.
¿Dónde puedo encontrar el último monólogo de la Santa Iglesia Nuestra? Es que ahora con los examenes no me vendría mal reirme para despejarme un rato…
Si según este señor el gran número de matrimonios civiles se debe a que cambian tanto, ¿cómo explica las declaraciones de uno de sus compañeros acerca del mayor número de maltratos en matrimonios civiles que en los “consagrados”? Muy estupido tiene que ser el ser humano para que un maltratador reincidente siga en la calle, aunque es cierto, a veces el ser humano es demasiado estupido, solo hay que ver algunos casos…
Saludos.
Gracias por tu comentario. Resulta bastante certera tu visión del contexto y de “algunos casos” del ser humano.
Pues a mí me gusta mucho que se retraten de manera tan clara. Siguen pensando que su palabra vale más que la de cualquiera de nosotros, que nos imponen su moral con el poder de sus arengas. Están los poderes mediáticos preocupados por los fundamentalistas islámicos en los países árabes, cuando nuestros “ayatolás” arengan contra la ley democrática que reconoce derechos a las gentes, mientras no discuten que estos señores tengan financiación de los ciudadanos, soportada en una legislación preconstitucional, para inocular a mentes inocentes en sus colegios sus excentricidades, y rebelarse en contra de leyes constitucionales.
Gracias por tu comentario. Está claro que se “retratan”. Nuestro “ayatolahs” tienen un integrismo fundamental que ya quisieran los “homeinis”. Todavia están de “cruzada”. Un saludo.
Amigo Luca, Trento se quedó corto con los que esto señores están realizando en sus manifestaciones. Aquellos eran otros tiempos que se regían por un pensamiento filosófico anclado en la Edad Media y se veía como normal. Viven fuera de la realidad, a la defensiva. El querer hoy direccionar a la Igelsia con postuladso de Trento es como meter y “pulgo en un garage”.
Así le va, no ves a un joven en la iglesia ni por equivocación…..
A ésta gentuza los que tenemos que pararles los pies y ponerlos en su sitio somos los ciudadanos de a pié,porque con los gobernantes no hay que contar en lo de conseguir un Estado laíco y aconfesional.A las gentes del PP normal que les tire la sotana pero que dentro del que se define Partido Socialista Obrero Español haya tanto ” elemento” deseoso de pillar sitio bajo palio……….,como se van a atrever a cerrarles el grifo.Hace algúnos años ya dí el paso de apostatar y viendo el comportamiento hipocrita que tiene a diario la “santa madre” ojalá lo hubiese dado antes.Al menos dejaran de percibir por tenerme “censado” con ellos.