El concepto de la dignidad en el cargo en el robo de la Mezquita de Córdoba


A principios del siglo XV, el Cabildo o Concejo Municipal de Córdoba tiene que afrontar una dura tesitura. La Iglesia Católica quiere convertir en “Catedral” la Mezquita Aljama y para ello solicita al emperador Carlos I el derribo y posterior reconstrucción de un importante numero de naves, columnas y artesonado del templo islámico.

A pesar de su extradición (nobleza, alta burguesía y personas de profunda fe católica) el Concejo entiende el valor universal y ecuménico de lo existente y se opone, frontal y radicalmente, a la pretensión eclesiástica.

El “Caballero 24”, Luis Mejía de la Cerda, que lo preside como Corregidor, publica el 4 de mayo de 1523 un bando donde establece “pena de muerte para todo artesano, albañil, carpintero o herrero que tocare o pusiere un ladrillo en tal obra”.

La reacción de la autoridad eclesiástica del momento fue la inmediata excomunión para los 24 miembros del Concejo.

El 2 de marzo de 2006 y gracias a los artículos 4, 206, 304 y al Reglamento de la Ley Hipotecaria promovida por el gobierno que presidía José María Aznar (que entre otras cosas permite que un obispo diocesano pueda dar fe como un funcionario para inscribir a nombre de la Iglesia bienes e inmuebles), el Obispado de Córdoba acudió al Registro de la Propiedad, pagó 30 euros y registró a su nombre la Mezquita de Córdoba. Hasta entonces, este inmenso monumento, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1984, construido en el año 786 y conquistado por Fernando III en 1236 no tenía propietario.

Ninguna autoridad local, provincial y de la Junta de Andalucía, ningún alcalde de distinta opción política, ningún edil, ningún miembro de Comisión de Patrimonio, académico o miembro de la sociedad civil, salvo el profesor de Universidad, Antonio Manuel Rodríguez, se dio por aludido, afectado o robado por tamaño expolio.

El profesor Antonio Manuel ha sido perseguido, censurado, amenazado y cercenado en sus posibilidades como miembro del Claustro Universitario por la denuncia pública de este latrocino.

Contrastan las actitudes de unos y de otros en tiempos tan diferentes. El Corregidor Luis Mejía de la Cerda se jugó la “vida eterna” junto a sus otros 23 miembros del Concejo, al ser excomulgado, y plantó cara con un bando condenando a muerte al que osara tocar la Mezquita.

Los de ahora, desde el último edil al casi inexistente Presidente de la Junta de Andalucía o lo que sea, han callado como putos, mas pendientes de conciliar con la Iglesia y con su representante terrenal (Fray Langostino) por la vía del enchufe de familiares en la ruinosa y ahora quebrada CajaSur.

Pasamos de no dejar tocar un ladrillo a consentir que se queden con todos. Este es el movedizo criterio de la dignidad personal y de los cargos en nuestra historia.

Así nos luce el pelo.

Acerca de lucasleonsimon

Nací en Córdoba en agosto de 1947 en el seno de una familia republicana, represaliada por el franquismo. A los catorce años comencé a trabajar en la empresa Cenemesa, más tarde Westinghouse y más tarde ABB. Me inicié en el sindicalismo y la política clandestina, al mismo tiempo. Fui concejal del Ayuntamiento de Córdoba entre 1983 y 1987, en el gobierno de Julio Anguita. Desde 1985 he ejercido el periodismo de opinión en medios como Diario 16, Nuevo Diario de Córdoba, La Tribuna, La Información, Diario de Andalucia y Agencia Efe.
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5 respuestas a El concepto de la dignidad en el cargo en el robo de la Mezquita de Córdoba

  1. Proporcionas detalles muy curiosos a la vez que sigificativos Lucas.

    Todo hacía pensar que tanto el gobierno como la ICAR nos estaban llevando a los años 40 pero resulta que nos están retrotrayendo a tiempos ignotos ¿tal vez a épocas de Las Cruzadas?.

    Lo digo por lo del expolio en nombre de ese Cristo suyo aunque, bien visto, el usurpar lo que es del pueblo, tanto las oligarquías como la iglesia lo han hecho desde el principio de los Tiempos…

  2. amalia dijo:

    El gran problema, como dijo uno de los asistentes al acto que repasó el entramado mafioso de cajasur, es que los partidos de izquierdas están más vendidos a la Iglesia, que el PP. Ese es el gran problema y el gran engaño.

  3. Eatoy de acuerdo con Amalia,los partidos de izquierda se han bendido al clero por ciertos privilegios,nunca pensé que eso podia ocurrir pero contal de mantenerse en el poder son capaces de benderse al diablo.El expolio que está haciendo lo iglesia con todos los monumentos que se les antoja pasará a la hisrotía como el mayor robo de todos los tiempos.Tambien a esta iglesia corrupta hay que pararla los pies y ponerla emn su sitio de una vez .

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